jueves, 6 de mayo de 2010

El mundo en el que... (IV)

Todo ocurrió en una fría mañana de Mayo. Dos niños jugaban con sus muñecos, disfrutando de sus múltiples aventuras (que buena es la imaginación que se tiene cuando eres niño). Eran unos inocentes de imaginación, todo sea dicho, sublime.
Resulta que eran seguidores de las famosas películas de Pixar, TOY STORY, tenían todos sus personajes. Ese día estaban jugando con "Mister Potato", gracioso y simpático personaje de la película.

Todo estaba preparado, Mister Potato 1 era presidente de un prestigioso bufete de abogados. Tal bufete estaba desbordado de múltiples casos, eran casos públicos del Estado, y de toda índole, desde los económicos hasta los relacionados con la sociedad, las mascotas...
No saben que hacer en el bufete, llevan ya un año y medio así; desarrollan proyectos, planes y no consiguen ninguna solución.
Acabadas las esperanzas, o para quedar bien ante sus clientes, Mister Potato 1 decide reunirse con Mister Potato 2, también abogado con un gran bufete, algo menos atareado y que solía enfrentarse en muchos casos judiciales al bufete de Mister Potato 1. Se reúnen, hablan, discuten, dialectean, acuerdan, almuerzan y cada uno se va por su lado.
Al final del juego, los niños lograron salvar esa situación tan terrible.

Algo parecido ocurre en la realidad. El señor Rodríguez, ZP, el líder socialista, el presidente del Gobierno y el señor Rajoy, el padre de la niña, el líder de la oposición, el presidente del PP son dos Mister Potatos, pero de los malos.
Son mister potatos, se van añadiendo cosas para cada ocasion. Fácil es saber el diálogo de ambos antes de la reunión:

- ¿Qué llevo para mañana, asesores subyugados a mi infame poder?
- Ya lo tiene preparado, lo de siempre: una mano (para la foto), una sonrisa (para la foto y para ganar votos), un traje (para la foto) y una corbata (para aparentar).

y difícil era saber las conclusiones que extraerían, pero no nos sorprenden ya que como buenos mister potatos la simplicidad no solo se queda en los accesorios exteriores:

- Apoyo a Grecia (dar dinero que no tenemos a un país que no nos interesa).
- Ley de Cajas (fusión de cajas de ahorros para inyectar liquidez al mercado).

Algo decepcionante: lo que ganamos por un lado lo perdemos por otro; el único que estaría contento con esta reunión sería Valle-Inclán pues el esperpento fue llevado el pasado día a su cénit. "Quo usque tandem abutere, potati, patientia nostra?
Tal vez la solución sea meter a los dos en una caja y que se fusionen en una sola persona; o meter a los dos en una caja y a combatir hasta que venza el mejor y cito a Maquiavelo: "hay dos maneras de combatir: una observando las leyes morales y otra con el uso de la fuerza. La primera es propia de las personas, la segunda de los animales".

2 comentarios:

  1. O tal vez la solución sea meter a ambos en dos cajas y que no se vuelvan a despertar...

    ResponderEliminar
  2. Demasiada... fuerte esa solución. Yo creo que, según lo que tenemos, no debemos convertirlo en óbice de toda esperanza, sino que hemos de buscar la esperanza con soluciones que comprendan lo que tenemos.

    La última vez que desaparecieron drásticamente dos grandes de la política española (Maura, Canalejas) se produjo una de las peores crisis.

    ResponderEliminar