miércoles, 22 de septiembre de 2010

Igual, pero tan distinto.

"Iustitia est constans et perpetua voluntas (ius) suum cuique tribuendi"

Una frase bastante fácil de traducir, paradigma de la fórmula de justicia que ya fue dicha por Ulpiano.

Iustitia est constans et perpetua voluntas (ius) suum cuique tribuendi: "la justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno lo suyo".
La justicia es constante y perpetua, ademas de ser una voluntad pero lo más importante y lo que la define es:

- DAR. Dar significaría toda acción u omisión en cuya virtud una cosa pasa al poder efectivo de aquel titular al que le pertenece tal poder efectivo.
- A CADA UNO. Es algo concreto, se refiere a personas reales y existentes.
- LO SUYO. Se refiere a la cosa en cuanto debida, tanto bien como mal, corporal incorporal.

Esta frase ha sido una frase relacionada con lo bueno, con la justicia, ya que la justicia es buena. Pero de repente leo suum cuique y sale en mi mente a flote una frase jedem das seine. Me quedo profundamente pensativo, paralizado y me pregunto:

¿Cómo puede ser que algo que ha sido relacionado siempre con lo bueno SUUM CUIQUE, pueda tener un hermano gemelo JEDEM DAS SEINE que desde la década de los 40 del siglo pasado haya estado relacionado con lo malo?

¿Era justo que en Buchenwald apareciese JEDEM DAS SEINE?

Voy más allá, ¿era justo que los principales nazis tuviesen un juicio digno? ¿tenían la misma dignidad ontológica que yo?
Si la leyes positivas pueden anular el derecho natural en la Alemania nazi, ¿no puede tambien la dignidad moral anular la dignidad ontologica?

1 comentario:

  1. Veo que has entrado de lleno en la filosofía del derecho, ¿eh? Gran campo para reflexionar.
    En la tradición clásica la dignidad moral dependería de la dignidad ontológica: si se es hombre, se tiene esa dignidad. Aunque dignidad moral, en cierto sentido es una realidad dinámica: sería la que cada uno se grangea con sus acciones libres -por eso es moral- y uno se puede volver indigno moralmente. Pero eso no anularía la inalienable dignidad humana, ontológica, personal.

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